Siempre he pensado que trabajar haciendo algo que te gusta era una aspiración que todos deberíamos al menos intentar.
Por eso, cuando una noche de 2013 embarazada de mi segundo hijo y con 3 mudanzas de casa y 2 de oficina durante el último año a las espaldas, descubrí que trabajar ordenando las casas y espacios de otras personas era una forma de ganarse la vida, no lo dudé, en menos de dos meses tenía todos mis perfiles digitales donde compartir todas las cosas que yo misma ponía en práctica en casa para organizarla mejor.
Podría decir que desde entonces hasta hoy todo ha sido fácil , pero la realidad es que no lo ha sido, por muchos motivos: una profesión muy nueva en ese momento, una demanda inexistente todavía, vivir en una capital de provincia….Mucha ilusión, y muchos obstáculos.
Al principio no tenía un feedback positivo de mi entorno, a todo el que le explicaba mi proyecto le parecía muy interesante pero poco realista, y en parte tenían razón. Sin embargo hice de mi proyecto de orden una tabla de salvación para otras muchas cosas.
En 2015 empecé a tomármelo más en serio, por eso preparé el branding de mi marca, cree la web y en 2016 la presenté oficialmente ante todos esos familiares y amigos que aun cuando creían que no llegaría muy lejos me apoyaron.
A medida que iba desarrollando mi proyecto, lo decidí llevar al siguiente nivel y en 2018 cree el programa de mentoring ante las peticiones que me llegaban de personas que querían conocer más sobre la profesión.
A través de él varias de las personas que lo han hecho pasaron a ser colaboradoras de Orden y Con Cierto, y esto me ha permitido poder trabajar más, y hacer proyectos de mayor envergadura, porque este es un trabajo que requiere capacidad organizativa, y fortaleza física al mismo tiempo.
Después de 8 años de recorrido dentro del mundo de la organización puedo decir que el camino no es fácil, creo firmemente que hasta que la profesión no esté normalizada y valorada como un servicio personal más, no tendrá un futuro asegurado, y en ese camino desde luego AOPE juega un papel fundamental.