LA SOCIEDAD EN LA QUE VIVIMOS.
*Febrero 2024
En la sociedad contemporánea, se producen avances y cambios demasiado rápidos y profundos como para disponer del tiempo necesario, propiamente como especie, para interiorizar y adaptarse a las nuevas circunstancias. Nos sentimos «como pollos sin cabeza». Avanzando sin saber a dónde ni para qué y considerando que una vida plena es aquella que se ajusta al consumismo y al éxito productivo, pero nos encontramos atrapados en un ciclo de necesidades insaciables y demandas constantes.
En este contexto, surge la necesidad de profesionales que puedan ayudar a quienes se sienten abrumados por la presión de maximizar cada aspecto de sus vidas,
Necesitamos de profesionales que ayudan a las personas que no pueden aflojar, ni soltar, y se sienten sin recursos para poder llevar esa vida «maximizada y maximalista» a la vez que plena y satisfactoria, encontrando el equilibrio y el control consciente de sus hábitos y el habitar de sus espacios.
OPTIMIZA Y MAXIMIZA… PERO SÍ NO APORTA, APARTA.
Necesitamos de todo y vivimos explotados haciendo del día una carrera contra reloj y donde se hace imposible abarcar y llegar, olvidando que el primer espacio que debemos habitar en equilibrio y bienestar es nuestro propio cuerpo, no siendo conscientes de las señales que a menudo nos envía y manteniendo formas de vida que nos aleja de nuestra salud, física y mental.
Sin una previa reflexión de lo que realmente es importante, no solo empeoramos nuestra calidad de vida, sino que también contribuimos a construir una sociedad más enferma y desequilibrada.
Una vida plena y satisfactoria depende de vivir en equilibrio con nuestras responsabilidades, nuestros hábitos y de como habitamos en nuestros espacios. Ayudar a las personas a maximizar sus espacios y su tiempo en esta sociedad, en la que se hace imposible no relacionar la felicidad con el hacer y tener muchas cosas, solo es posible si se saben aplicar los límites y la consciencia.
En esta sociedad son cada vez más necesarios los servicios de los profesionales de la organización en todas sus dimensiones. Y yo, como otros profesionales que están innovando y dando a conocer la profesión, hacemos de la unión de esta loca pasión y nuestro bagaje profesional, nuestra diferenciación, Hasta que llegue el día que se reconozca y regule mediante la formación reglada a los profesionales que ofrezcan sus servicios especializados en alguna de sus especializaciones, y en mi caso con la arquitectura, el interiorismo y la productividad.
CREER ES CREAR.
Y… no hay inteligencia artificial que sustituya a los profesionales que se necesitan hoy y necesitaremos en un futuro, y que nos ofrecen servicios de ayuda al compromiso en la mejora y calidad de la vida diaria, dando su lugar al ocio, cultura y medio ambiente.